Las heces de las mascotas se pulverizan y las personas terminamos respirando sus desechos, los cuales pueden causar infecciones.
Un perro produce excremento y orina todos los días, el suelo absorbe la orina, pero el excremento se seca, se pulveriza y sus partículas viajan en el ambiente y pueden terminar en los alimentos que se consumen en la vía pública, o simplemente las podemos respirar.
Cabe mencionar, que los animales también están propensos a enfermarse a causa de dichos desechos.
Por o que recoger las heces de las mascotas reduce al mínimo las posibilidades de exposición a las larvas, lombrices y otros parásitos que causan estragos en el sistema intestinal humano