El intenso frío registrado en Durango generó un notable ausentismo escolar, particularmente en la primaria Ford 95, donde de un total de 350 alumnos, solo 21 acudieron a clases este miércoles 22 de enero de 2025. La subdirectora del plantel, Rosalinda, informó que la Secretaría de Educación emitió una directiva para que el personal docente se presentara en su totalidad, dejando a criterio de los padres de familia la decisión de enviar o no a los menores al plantel.
Esta situación provocó malestar entre algunos padres de familia, quienes consideraron que las condiciones climáticas adversas ameritaban la suspensión oficial de clases. Según comentaron, la falta de una decisión clara por parte de las autoridades educativas no solo puso en riesgo la salud de los niños, sino que también generó incertidumbre y desconcierto en la comunidad escolar.
Por su parte, el personal docente cumplió con las instrucciones emitidas, permaneciendo en la escuela a pesar del bajo número de alumnos que asistieron. Las aulas prácticamente vacías evidenciaron el impacto de las bajas temperaturas y la preferencia de los padres por proteger a sus hijos ante posibles complicaciones de salud relacionadas con el clima. Algunos maestros señalaron que, aunque entendieron la preocupación de los padres, cumplir con su responsabilidad laboral era indispensable en caso de que algún estudiante decidiera asistir.
El descontento entre los padres también se reflejó en los comentarios hacia la Secretaría de Educación, pues consideraron que una suspensión oficial habría dado mayor claridad y tranquilidad a las familias, además de evitar que el personal docente se desplazara innecesariamente bajo las inclemencias del tiempo. Asimismo, enfatizaron la importancia de priorizar el bienestar de los menores en este tipo de situaciones.
La Secretaría de Educación, por su parte, defendió su postura al asegurar que la decisión buscaba garantizar el derecho a la educación para aquellos padres que, a pesar del clima, optaran por enviar a sus hijos a la escuela. Sin embargo, destacó que en casos como estos, siempre se recomienda tomar en cuenta las condiciones específicas de cada familia y el estado de salud de los menores.
El episodio dejó en evidencia la necesidad de implementar protocolos más claros y efectivos ante contingencias climáticas, que consideren tanto la seguridad de los estudiantes como la logística escolar. La comunidad educativa espera que las autoridades tomen en cuenta las inconformidades expresadas para mejorar la toma de decisiones en el futuro.