La infraestructura escolar es un componente esencial para el desarrollo de una educación de calidad. Se refiere a los espacios y servicios básicos donde los estudiantes, docentes y personal administrativo realizan las actividades académicas y cotidianas. Estos espacios deben contar, como mínimo, con servicios básicos como agua, luz, drenaje, además de contar con áreas suficientes para la enseñanza y la recreación, condiciones de seguridad e higiene adecuadas, y mobiliario funcional. Estos principios son establecidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP), que, a través de su página oficial, resalta la importancia de contar con instalaciones aptas para el aprendizaje y el bienestar de los estudiantes. Sin embargo, la realidad en Durango dista de este ideal.
El estado de la infraestructura educativa en Durango ha sido objeto de diversos análisis que destacan la falta de recursos y la desatención de muchas de sus escuelas. A pesar de que los maestros y directivos reconocen la existencia de fondos destinados a la mejora de las instalaciones, las necesidades siguen creciendo y los problemas persisten. La falta de mantenimiento, en particular, se ha convertido en una de las mayores preocupaciones. Muchos edificios escolares presentan problemas estructurales, daños en las instalaciones eléctricas y de agua, así como carencia de áreas recreativas seguras.
Aunque el gobierno estatal y federal han destinado recursos para mejorar las condiciones de las escuelas, la falta de transparencia en el manejo de estos fondos y la lentitud en los procesos administrativos son factores que agravan la situación. Esta deficiencia no solo afecta la calidad de la enseñanza, sino que pone en riesgo la seguridad de los estudiantes y maestros., quienes han señalado ser constantemente víctimas de robos por falta de bardas perimetrales, iluminación alrededor de las escuelas, entre otras muchas situaciones, que incluso temen denunciar por miedo a represalias por parte de las mismas autoridades educativas.
Durango, como muchas otras entidades del país, enfrenta un rezago en cuanto a infraestructura educativa, lo que limita la posibilidad de que los estudiantes accedan a un entorno de aprendizaje adecuado. La falta de inversiones en este rubro es una barrera directa para el desarrollo académico, social y emocional de los niños y jóvenes que habitan en el estado.