En la Colonia Héctor Mayagoitia, el amanecer ya no es sinónimo de tranquilidad. La inseguridad se ha enraizado en el tejido social de esta comunidad, donde los asaltos y agresiones se han convertido en una constante preocupante. Un reciente episodio ha sacudido a los vecinos: un joven trabajador fue brutalmente asaltado, golpeado y, en un acto de violencia desmedida, recibió cortes en la cara con una navaja. Este suceso tuvo lugar a las 6 de la mañana, un horario donde las calles deberían ser seguras para todos.
Las vecinas de la Colonia Héctor Mayagoitia está alzando la voz, exigiendo acciones concretas para revertir esta tendencia alarmante. Las mujeres, particularmente, se han convertido en voceras de un clamor unánime por seguridad. Subrayan la necesidad de una presencia policial más robusta y constante, no limitándose a las horas de entrada y salida de las escuelas, sino extendiéndose a lo largo del día. La percepción es clara: existen "focos rojos" que requieren atención inmediata para garantizar la integridad y paz de los residentes.
Este llamado no es solo un pedido de auxilio; es un recordatorio de la responsabilidad que tienen las autoridades de asegurar el bienestar de sus ciudadanos. La situación en la Colonia Héctor Mayagoitia refleja un desafío mayor que enfrentan muchas comunidades en Durango y más allá: la lucha contra la delincuencia y la violencia urbana.
Es imperativo que este incidente sirva como un punto de inflexión para las autoridades locales. Deben tomar medidas eficaces y duraderas para prevenir que actos de esta naturaleza se repitan. La seguridad ciudadana debe ser una prioridad inquebrantable, con estrategias que vayan desde el incremento de patrullajes hasta programas de prevención y educación que ataquen las raíces de la violencia.
La Colonia Héctor Mayagoitia merece volver a ser un lugar donde sus habitantes puedan caminar sus calles sin miedo, donde la seguridad no sea un privilegio, sino una realidad. El tiempo para actuar es ahora; la comunidad espera respuestas y acciones concretas que restauren la paz y el orden en su entorno.