En la zona céntrica de nuestra ciudad, la delincuencia y la inseguridad continúan siendo una preocupación constante para los residentes y los comerciantes locales. Recientemente, un incidente más se sumó a la lista de acontecimientos desafortunados que han afectado a la comunidad. En esta ocasión, un consultorio de rayos X de la calle Zaragoza, fue objeto de un robo que ha dejado a sus propietarios en una situación desesperada.
El incidente tuvo lugar el jueves 12 de este mes cuando desconocidos sustrajeron el medidor de electricidad del consultorio, perteneciente a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Los afectados actuaron de inmediato y presentaron un reporte a la CFE para informar sobre el robo. Sin embargo, la respuesta de la empresa eléctrica no fue buscadora. Les información que el medidor específico que necesitan es trifásico y, lamentablemente, no contaban con uno en existencia. Como resultado, se les otorgó una extensión hasta el 23 de octubre para resolver el problema. Esta situación ha dejado a los dueños del consultorio sin ingresos durante este período, lo cual representa una gran dificultad para su sustento económico.
Lamentablemente, este no es el único problema al que nos enfrentamos. Además del robo del medidor, los propietarios han tenido que lidiar con otros incidentes desagradables. Los vidrios de su local han sido quebrados en varias ocasiones, y enfrentan el desafío constante de lidiar con personas sin hogar que realizan sus necesidades fisiológicas en la puerta del establecimiento. A pesar de haber denunciado estos incidentes a las autoridades de seguridad, se han encontrado con una respuesta frustrante. Según las autoridades, las personas involucradas son individuos con problemas mentales, lo que complica su intervención y hace que sea difícil tomar medidas efectivas.
Esta situación pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar los problemas de salud mental en nuestra comunidad, así como de fortalecer la seguridad en las áreas comerciales. Los comerciantes y los residentes merecen vivir y trabajar en un entorno seguro y protegido. Además, es esencial que las autoridades locales y la CFE trabajen juntas para encontrar soluciones rápidas y efectivas para problemas como el robo de medidores, que afecta negativamente a los negocios locales y su capacidad para generar ingresos.