Andrew, o Andrés, como prefiere que lo llamen, es un jóven australiano errante que llegó a visitar nuestro estado para pernoctar solo por dos noches, pero se enamoró de la comida y los paisajes, al grado que han pasado más de dos meses y continúa recorriendo los hermosos espacios de tierras duranguenses.
Para poder solventar sus gastos, este intrépido artista toca la guitarra en las plazas de cada ciudad que visita. Su aventura comenzó en Canadá y ha ido viajando a diferentes ciudades de Estados Unidos y México. Sin embargo, nuestro país ha capturado su corazón, ya que esta es la segunda ocasión que lo visita.
Además, está tan feliz aquí, que ya ha invitado a miembros de su familia para que vengan a conocer Durango y sus maravillas.