La adicción a las redes sociales

El uso excesivo de redes sociales se ha convertido en un problema que afecta la vida diaria de muchas personas. La necesidad constante de estar conectado puede derivar en una dependencia que interfiere con la rutina, el rendimiento laboral o académico y las relaciones interpersonales.

Esta adicción se manifiesta con ansiedad, irritabilidad y falta de concentración cuando se intenta reducir el tiempo en pantalla. También puede afectar la calidad del sueño y la productividad. A pesar de estos efectos, muchas personas no reconocen el problema, ya que el uso de redes sociales está normalizado en la vida cotidiana.

Uno de los sectores más vulnerables son los niños. Cada vez más menores acceden a dispositivos electrónicos a edades tempranas, lo que aumenta el riesgo de desarrollar una dependencia. Un uso prolongado de redes sociales en la infancia puede afectar su capacidad para socializar, disminuir la concentración y alterar sus patrones de sueño.

En 2023, 103 millones de mexicanos usaban redes sociales, se prevé que para 2028, esta cifra supere los 122 millones. El 95,9% de los mexicanos accede a las plataformas sociales desde su celular.

Además, el impacto no es solo individual. Aunque las redes permiten estar en contacto con personas de todo el mundo, pueden generar un distanciamiento en las relaciones cercanas. La interacción digital, en muchos casos, reemplaza el contacto cara a cara, debilitando la conexión con familiares y amigos.

Reconocer estos efectos es clave para regular el uso de redes sociales y prevenir consecuencias en la salud mental y el bienestar general.