En nombre de Dios, uno de los municipios más destacados por su próspera cosecha de diversas frutas y verduras es aquel en el que encontramos la granada como uno de los cultivos principales. Este fruto se desarrolla de manera excepcional en la comunidad de La Constancia, donde también se pueden hallar otros productos agrícolas de gran importancia como el ajo, la cebolla, el durazno, el chabacano, la tuna y los nopales, entre otros.
El señor Jesús Hernández, un agricultor experimentado de la región, comparte con nosotros los desafíos más arduos que enfrentan quienes trabajan en esta noble labor. Entre los obstáculos más difíciles de superar se encuentra el coyotaje, una práctica que afecta gravemente a los agricultores. Estos son remunerados a un valor muy bajo por cada reja de productos entregados, mientras que los revendedores, sin escrúpulos, comercializan los alimentos con una ganancia exorbitante del 150%. Esta situación de injusticia se agrava aún más debido a la escasa ayuda y apoyo gubernamental para los agricultores.
En un territorio bendecido con abundantes cosechas, el esfuerzo y la dedicación de los agricultores deberían ser recompensados ??de manera justa y equitativa. Sin embargo, el coyotaje se erige como una sombra que amenaza la sostenibilidad y el progreso de quienes se dedican a esta valiosa labor. Las comunidades rurales dependen en gran medida de la agricultura para subsistir y desarrollarse, por lo que es primordial impulsar políticas y medidas que erradiquen esta práctica ilícita y fomenten un sistema de comercio más justo.
Por otro lado, la diversidad de cultivos presentes en esta región es un verdadero tesoro. La granada, con su sabor exquisito y propiedades nutritivas, es solo una muestra de la riqueza que emana de la tierra. Es vital proteger y promover esta riqueza agrícola, valorando la labor de los agricultores y proporcionándoles las herramientas y recursos necesarios para prosperar en sus labores.
Asimismo, es imprescindible que el gobierno se comprometa a brindar un apoyo efectivo y sostenido a los agricultores, mediante programas y políticas que fortalezcan el sector agrícola y garanticen condiciones justas para los productores.