La escasez de maíz en el país está alcanzando niveles alarmantes, y sus consecuencias se están haciendo sentir de manera contundente en la producción de tortilla y masa, dos alimentos básicos que son esenciales en la dieta diaria de los mexicanos. Según Antonio de la Torre, un experto en el tema, el problema principal radica en la disponibilidad limitada de maíz amarillo. Este tipo de maíz es especialmente buscado por los productores pecuarios, quienes lo utilizan como alimento para sus animales. La alta demanda de maíz amarillo por parte de este sector ha exacerbado la escasez, creando un desequilibrio preocupante en el mercado nacional.
Desde hace años, diversas voces en el país han estado luchando por establecer una reserva nacional de maíz que garantice un suministro adecuado en situaciones de emergencia como la que nos enfrentamos actualmente. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos y peticiones constantes, esta medida aún no se ha implementado. Esta falta de previsión ha dejado al país vulnerable ante la crisis como la actual, donde la falta de producto es inevitablemente una amenaza para la estabilidad económica y alimentaria.
Antonio de la Torre también destaca otra preocupación importante relacionada con esta crisis: el impacto en los precios. La escasez de maíz inevitablemente conducirá a un aumento en los precios de la tortilla y otros productos derivados del maíz. Esto no solo afectará el bolsillo de los consumidores, sino que también representará un desafío significativo para los pequeños negocios que dependen del maíz como materia prima. La opción de importar maíz del extranjero se presenta como una posible solución, pero según de la Torre, esta alternativa no sería rentable para los pequeños empresarios. Los costos asociados con la importación, incluyendo tarifas y transporte, harían que los precios finales de los productos fueran inaccesibles para muchos consumidores, lo que a su vez afectaría negativamente a los negocios locales.