La situación de Luz Yaneth López y su hijo Fernando ilustra las carencias del sistema de salud en Durango. Fernando, de 25 años y con parálisis cerebral desde niño, ha enfrentado serias dificultades para recibir atención médica adecuada, reflejando una crisis en los servicios de salud pública de la región.
El problema se inició cuando Fernando fue ingresado en el hospital de Santiago Papasquiaro. Allí, la falta de medicamentos y especialistas adecuados hizo evidente la insuficiencia del sistema. Luz, preocupada por la escasa atención, trasladó a Fernando al Hospital 450 en la capital. A pesar de la urgencia de una endoscopia, el procedimiento nunca se realizó y los medicamentos proporcionados resultaron insuficientes. Los estudios médicos solicitados tampoco fueron entregados a la familia.
Ante el deterioro de la salud de su hijo, Luz optó por trasladarlo a una clínica privada, en busca de una atención más efectiva. Sin embargo, el costo de este tratamiento ha sido elevado, acumulando una deuda de 56 mil pesos que sigue creciendo.
La falta de especialistas y de medicamentos en los hospitales públicos, junto con la inacción ante la urgencia del caso, ha sumido a la familia López en una crisis económica severa. Luz, quien trabaja como limpiadora, y su esposo, albañil, enfrentan la dura realidad de que sus ingresos no cubren los altos costos médicos. Fernando, además de su parálisis cerebral, enfrenta una nueva complicación: líquido en uno de sus pulmones. Actualmente, está conectado a una sonda para drenar el líquido, pero su estado requiere una estancia prolongada en el hospital.
La familia ha lanzado un llamado urgente para recibir apoyo económico y donaciones de sangre tipo A positivo, cruciales para estabilizar a Fernando. La angustia de Luz y su esposo es evidente, y a pesar de sus esfuerzos por mantenerse a flote, la situación se ha vuelto insostenible. La familia López busca desesperadamente ayuda para asegurar que Fernando reciba el tratamiento necesario en esta etapa crítica.