Las malas condiciones en las que se encuentran las calles generan daños costosos a las unidades del transporte público, los cuales incluso alcanzan los 3 mil pesos por reparación; este tipo de gastos genera una desestabilización a los chóferes y dueños de las unidades, pues son ellos quienes tiene que correr con los gastos. La evidente situación en la que se encuentran las calles pone en duda la calidad de los materiales que se utilizan para tapar los baches, pues estos cada vez son más grandes y profundos. Este tipo de daños son inevitables a las unidades, pues no se puede negar el servicio a la ciudadanía, razón por la que se tendría que ver la razón por la que no se ha logrado dar una buena solución a este problema.