Desde el 24 de enero, la desaparición de Luka Azael Morales García ha sumido a Durango en una profunda preocupación y movilización colectiva. La última vez que se tuvieron noticias de él, nadie imaginaba que este joven se convertiría en el centro de una búsqueda incansable que ha unido a la comunidad en un esfuerzo común por encontrarlo.
La angustia de sus padres les ha llevado a recorrer incluso las zonas más remotas de la capital, en una búsqueda desesperada por hallar a su hijo. En este proceso, el nombre de Luka se ha transformado en un símbolo de solidaridad ciudadana, trascendiendo a ser una tendencia en redes sociales y en las conversaciones diarias de la gente, reflejo de una empatía generalizada hacia su familia.
En un gesto de apoyo y esperanza, lonas con la fotografía de Luka han sido colocadas en puentes peatonales y otros puntos estratégicos de la ciudad, acompañadas de un llamado a la colaboración ciudadana para aportar cualquier información que pueda conducir a su localización. "Vamos Luka, todos te queremos de regreso", se lee en estos mensajes, que no solo buscan alentar la cooperación de la comunidad, sino también enviar un mensaje de fuerza y esperanza a sus padres y amigos, quienes se han comprometido a no descansar hasta verlo regresar a casa.
Este episodio, más allá de su naturaleza trágica, ha demostrado la capacidad de Durango para unirse en momentos de crisis. La búsqueda de Luka Azael Morales García se ha convertido en un reflejo del espíritu de solidaridad y perseverancia de una comunidad que se niega a permanecer indiferente ante el dolor de una familia. La esperanza de encontrar a Luka sigue viva, alimentada por el apoyo inquebrantable de una ciudad que ha hecho suya esta causa.