Los días 9 y 10 de septiembre marcaron un hito en el estado de Durango con la celebración del primer concurso madonnari, una iniciativa llevada a cabo por el Instituto de Salud Mental del estado. Este evento atrajo a numerosas familias duranguenses, creando un espacio de encuentro y expresión artística que no tiene precedentes en la región.
En total, el concurso reunió a 40 participantes, divididos en dos categorías: la clasificación A y la clasificación B. En la primera, compitieron 27 talentosos artistas, cada uno con su visión única de la técnica madonnari, que se caracteriza por la creación de impresionantes obras de arte efímero en el suelo utilizando tiza de colores. En esta categoría, se otorgaron premios a los tres primeros lugares, destacando la habilidad y creatividad de los participantes.
Por otro lado, la clasificación B, destinada a aquellos que se aventuraban en esta forma de arte por primera vez, vio premiado al artista más destacado de esta categoría. La inclusión de esta clasificación brindó la oportunidad de participar y aprender a los recién llegados, fomentando la diversidad de talento y promoviendo el crecimiento de esta expresión artística en la comunidad.
El concurso madonnari no solo se limitó a la creación de estas asombrosas obras de arte efímero, sino que también ofreció una variedad de actividades artísticas y de esparcimiento para el disfrute de los asistentes. Estas actividades complementarias sirvieron para enriquecer aún más la experiencia de quienes se acercaron al evento.
La pintura, en sus diversas formas y estilos, fue el corazón del concurso, pero también hubo espacio para la música, la danza y la poesía. Estas manifestaciones artísticas ayudaron a crear un ambiente vibrante y diverso en el que la creatividad y la expresión personal florecieron.
El concurso madonnari en Durango representa un paso significativo en el fomento de la cultura y el arte en la región. Además de brindar una oportunidad única para que los artistas locales exhiban su talento, también creó un espacio de unión y celebración para las familias duranguenses. Eventos como este fortalecen el sentido de comunidad y promueven la importancia del arte en la sociedad.
A medida que este concurso continúe creciendo en popularidad y participación, es probable que inspire a más personas a explorar el arte madonnari y otras formas de expresión creativa. Durango ha demostrado que tiene un corazón artístico vibrante que merece ser celebrado y nutrido, y eventos como este son un testimonio del poder del arte para unir a las comunidades y enriquecer nuestras vidas.