El pasado 14 de septiembre, en el fraccionamiento Santa Amelia de la ciudad de Durango, se cometió un trágico feminicidio que culminó con una sentencia condenatoria. El responsable, Juan Ángel García Méndez, fue sentenciado a más de 39 años de prisión por el asesinato de su ex pareja, Nohemí Camargo Martínez, de 45 años. El incidente ocurrió alrededor de las 20:20 horas, cuando García Méndez ingresó al domicilio de Nohemí y, sin motivo aparente, la agredió brutalmente con un martillo, golpeándola en la cabeza en repetidas ocasiones.
La agresión fue presenciada por la hija de la víctima, quien rápidamente llamó al número de emergencias 911. Al lugar acudieron elementos de distintas corporaciones, y paramédicos de la Cruz Roja trasladaron a Nohemí al Hospital General 450. Lamentablemente, la mujer ya no presentaba signos vitales al momento de su llegada al hospital, habiendo fallecido a causa de un traumatismo craneoencefálico severo.
Juan Ángel García Méndez fue detenido en flagrancia por elementos de la Policía Investigadora de Delitos (PID) del Grupo de Homicidios, quienes lo trasladaron a la sala de detención provisional de la Fiscalía General del Estado de Durango (FGED). Tras ser puesto a disposición del Agente del Ministerio Público, se inició la carpeta de investigación por el delito de feminicidio. En el proceso judicial, el acusado aceptó su participación en los hechos, lo que llevó a que se celebrara un procedimiento abreviado.
El feminicidio ocurrió el 14 de septiembre en el fraccionamiento Santa Amelia, ubicado en la capital del estado de Durango. La violencia de los hechos y la respuesta inmediata de las autoridades fueron clave para la detención del agresor.
Gracias a los elementos probatorios presentados por la Fiscalía, el Juez de la Causa dictó una sentencia condenatoria para Juan Ángel García Méndez. El feminicida deberá cumplir una pena de 39 años, 11 meses y 29 días de prisión. Además, se le impuso una multa de 312,573 pesos y se le ordenó el pago de 1,259,586 pesos como concepto de reparación del daño a la familia de la víctima.
Este caso pone de relieve la importancia de actuar con rapidez y firmeza en los casos de violencia de género. Las autoridades lograron llevar a cabo una investigación sólida que culminó en una condena justa, aunque nada podrá reparar la pérdida de una vida.