Distribuía vales para solventar gastos de su hogar. Su esposo sufre problemas graves de salud y esto hace que tenga poca movilidad. Han tenido que vender el poco patrimonio que les queda para pagar una deuda que asciende a los dos millones de pesos. Cantidad impagable para ellos.
Lo curioso es que entre los deudores está su hija, quien hasta el momento le pide a su mamá que no le cobre porque el pago no se lo puede dar. Ha metido abogados que han preferido abandonar el caso, hoy la señora Laura busca un empleo a sus 65 años pues en diciembre tendrá que abandonar lo que un día fué su hogar.
Sus nietos y sus otros dos hijos quienes tienen una profesión, les han dado la espalda, pero principalmente su hija Marcela, quien fue una de las causantes de este problema, ya que su pareja fue quien le expresó que necesitaba el dinero para mejorar su negocio de comida, ante lo que Marcela cedió y acudió con su madre.
Así mismo, vecinos y conocidos también le solicitaron algunos vales, desafortunadamente hasta la fecha no se han vuelto a ver. Otros simplemente la han ignorado, haciendo como si no pasara nada.
Las presiones de las zapaterías y otros negocios no se hicieron esperar, inclusive tuvieron una visita por parte de estas empresas para hacer una evaluación de sus muebles y su vivienda, por lo que prefirieron hacer la venta directamente ellos. Hoy tratan de sobrevivir con lo poco que reciben de la pensión de Laura. Están buscando quienes les puedan apoyar con este gran problema que ya ha ocasionado insomnio y hasta ansiedad.