A comparación de años anteriores, en esta ocasión se triplicó el número de mujeres que asistieron a la marcha del 8 marzo, por lo cual es un claro mensaje de protesta a favor de todas las mujeres que han sido violentadas física y psicológicamente.
Sin embargo, aún se requiere que las autoridades realmente apliquen los castigos correspondientes para todos los agresores, pues en la mayoría de las ocasiones estos casos quedan impunes.