Mueren seis personas al desplomarse la avioneta en que viajaban de Durango a Acapulco a una convención minera. La nave se estrelló en un río de Michoacán y perecieron todos sus ocupantes.
El avión era un Cessna 401 matrícula XB-JZF que pilotaba Alfonso Escobedo Herrera, piloto también de algunas instituciones en Durango. Los pasajeros: Aldo Palma, Eduardo Contreras, Cesar Loera, Miguel Cosío y José Hurtado