Ni Trump los afectó tanto. Incremento a salarios, mortal: CANADEVI
La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos trajo consigo incertidumbre económica, pero para la industria de la construcción en Durango, el verdadero golpe no provino del tipo de cambio ni del aumento de aranceles, sino de las políticas salariales y fiscales implementadas a nivel nacional.
Salvador Chávez Molinar, presidente de la CANADEVI en Durango, destacó que el incremento del 20% al salario mínimo tuvo un impacto directo y significativo en las cuotas obrero-patronales, que aumentaron en la misma proporción. Además, aportaciones como el RCV (Retiro, Cesantía y Vejez) tuvieron un incremento aún mayor, lo que generó una presión financiera considerable sobre los constructores locales.
El análisis realizado por la CANADEVI reveló que, aunque los costos de los materiales de construcción aumentaron un 4%, este ajuste fue manejable en comparación con el impacto de las decisiones políticas. Las implicaciones fiscales derivadas del aumento salarial representaron un obstáculo mayor, dificultando la capacidad de las empresas para mantener márgenes sostenibles y cumplir con sus compromisos financieros.
La industria de la construcción, clave para el desarrollo económico y la generación de empleo en Durango, enfrenta un panorama complejo. Chávez Molinar enfatizó que, aunque los incrementos salariales buscan mejorar las condiciones laborales, deben ser acompañados por políticas fiscales equilibradas que eviten sobrecargar a las empresas.
Pero además se está enfrentando una competencia desigual a partir de este 2025, cuando el INFONAVIT inicie, por cuenta propia, la construccion de miles de casas de interés social, argumentando corrupción de constructores tradicionales.
El aumento de las cuotas patronales y las aportaciones obligatorias ha elevado los costos operativos a niveles que amenazan la viabilidad de proyectos futuros. En este contexto, la industria busca soluciones que permitan mantener su competitividad sin comprometer el cumplimiento de las obligaciones fiscales. El diálogo entre los sectores empresarial y gubernamental será esencial para encontrar un equilibrio que favorezca tanto a los trabajadores como a los empleadores.
