Las ladrilleras que operan en las inmediaciones de la colonia Valle del Guadiana en Durango continúan causando graves problemas de salud a la comunidad. Alumnos y maestros del Jardín de Niños 30 de Abril han reportado afectaciones en su salud, lo que ha llevado a un creciente llamado a las autoridades para que se tomen medidas efectivas. La presencia de estas ladrilleras ha generado una serie de denuncias que se han acumulado a lo largo de los años. A pesar de los esfuerzos por reubicarlas, la situación persiste, afectando tanto a los pequeños en sus actividades escolares como a sus familias. El humo contaminante se infiltra en el área escolar, limitando el tiempo que los estudiantes pueden pasar al aire libre y afectando su bienestar físico.
La directora del plantel educativo María Olivia Gómez Salas ha expresado su preocupación por el impacto que esta contaminación tiene en el desarrollo de los niños y hace un llamado al Secretario de Educación del Estado, Guillermo Adame Calderón, para que se le ponga solución a esta situación de manera pacífica con los propietarios de estas ladrilleras, pues se teme que la exposición constante a estas condiciones pueda tener consecuencias a largo plazo en la salud de los estudiantes. La situación se agrava cuando las autoridades competentes no responden a las denuncias. En ocasiones, han intentado comunicarse con la policía ambiental, pero han encontrado que ni siquiera contestan las llamadas, lo que genera frustración y desconfianza en la comunidad, seña{ó la docente Gómez Salas.
El contexto de esta problemática es aún más crítico si se considera que en el área operan varias ladrilleras, lo que aumenta la concentración de contaminantes en el aire. Este entorno no solo afecta a los niños y maestros del jardín de niños, sino que también repercute en la calidad de vida de todos los residentes de Valle del Guadiana.
Es esencial que las autoridades tomen en serio esta situación y se implementen medidas que no solo busquen soluciones temporales, sino que aseguren la salud y el bienestar de la comunidad a largo plazo. La salud de los estudiantes debe ser una prioridad, y la falta de acción podría tener consecuencias graves que perdurarán por generaciones.