El estado de Durango enfrenta un desafío significativo en cuanto al nivel de las presas, que en promedio se encuentran al 46.3% de su capacidad total. Entre las presas afectadas se encuentran Santiago Bayacora, Peña del Águila, Guadalupe Victoria, Caboraca y Francisco Villa, las cuales desempeñan un papel crucial en el suministro de agua para diversas actividades en la región.
El bajo nivel de agua en las presas se atribuye en parte a la situación de las cuencas hidrológicas, que no están recibiendo el flujo de agua necesario para su llenado adecuado. Este problema se agrava por la falta de retención del agua captada en los bosques y la sierra, lo que resulta en una pérdida significativa de recursos hídricos que podrían utilizarse en Durango.
La situación se ve agravada por la sequía que afecta al estado, siendo el quinto estado más afectado con un 82.5% de su territorio experimentando algún nivel de sequía. Esta situación ha sido señalada por expertos y autoridades como una preocupación grave que impacta en diversos sectores, especialmente en la agricultura y la distribución de agua para consumo humano y actividades industriales.
Durante el año 2023, la falta de lluvias afectó profundamente a Durango, causando estragos en los campos agrícolas y generando incertidumbre en cuanto a la disponibilidad de agua para las comunidades y las actividades económicas. La distribución del agua se ha visto comprometida, lo que plantea desafíos adicionales en la gestión de recursos hídricos en el estado.
Las consecuencias de esta situación pueden ser graves para Durango, afectando tanto la disponibilidad de agua para el riego agrícola como para el abastecimiento de agua potable para la población. La calidad del agua también puede estar en riesgo, ya que el bajo nivel de las presas y la sequía pueden influir en la contaminación y la salinidad de los cuerpos de agua.
En este contexto, es fundamental implementar medidas de conservación del agua, promover prácticas agrícolas sostenibles y mejorar la gestión de los recursos hídricos a nivel local y regional. Además, se requiere una mayor coordinación entre las autoridades gubernamentales, las comunidades locales y otros actores relevantes para abordar de manera efectiva los desafíos relacionados con el agua en Durango y garantizar su disponibilidad a largo plazo.