Manuel Ortiz se enfrenta a una realidad dura: nadie lo contrata porque tiene un marcapasos. Hace cinco años le colocaron el dispositivo en el hospital 450, y desde entonces, cada intento por encontrar un empleo formal ha sido frustrado. Las empresas lo rechazan al enterarse de su condición médica, lo que deja a su familia en una situación desesperada. Aunque su esposa trabaja, el ingreso no es suficiente para mantener las necesidades del hogar.
En su vivienda, Manuel y su esposa cuidan a su hijo Jesús, quien tiene síndrome de down y sufre convulsiones frecuentes. Esta situación los obliga a quedarse en casa para brindarle atención, lo que complica aún más su economía. Además, tras la muerte de los padres de su esposa, también deben hacerse cargo del hermano de ella, quien padece esquizofrenia. La carga es enorme y, a pesar de los esfuerzos, los ingresos no alcanzan.
Manuel, de 49 años, no se rinde. A diario sale a vender frutas y verduras en su triciclo, y toma trabajos de albañilería cuando puede, todo para intentar llevar más dinero a casa. Su esposa trabaja solo dos días a la semana, porque debe cuidar a su hijo Jesús.
La situación se ha vuelto insostenible. Además de los altos costos de medicamentos para Manuel y Jesús, que superan los 2,000 pesos mensuales, arrastran una deuda de 36,000 pesos por el servicio de agua. No tienen cómo pagar y están al borde del colapso financiero.
La familia Ortiz necesita ayuda urgente. Los gastos son incontrolables, y el trabajo informal de Manuel no es suficiente para cubrir sus necesidades básicas. Cualquier persona que pueda apoyarlos, se puede comunicar al 618-363-2832. Su situación es crítica, y cualquier ayuda puede hacer que la familia Ortíz tenga un respiro de esperanza.