Recolectores de basura, mejor conocidos como "pepenadores", compartieron que existen ciudadanos de la capital duranguense que se dirigen a ellos despectivamente como "perros cochinos" por dedicarse a la colecta de desechos.
Felipa Reyes y su esposo realizan esta labor desde hace 5 años debido a que, por su edad y sus intensos dolores musculares, no pueden realizar otra actividad para generar sus ingresos.
La recolectora indicó que el aluminio lo compran en las plantas tratadoras a $22 el kilo, mientras que el pet lo pagan a $2.50; lo que es muy poco a comparación del esfuerzo que conlleva recolectar dichos materiales.
Felipa y su esposo manifestaron que aunque pidan ayuda a las autoridades, ellos no los escuchan y la sociedad cada vez los hace menos por su trabajo.