Obesidad en aumento en Durango

Según los reportes de la Dirección de Salud Pública Municipal, la obesidad en el municipio ha ido en aumento en los últimos años. Este incremento se atribuye principalmente a los hábitos alimenticios poco saludables que prevalecen entre los habitantes de Durango. El consumo excesivo de azúcares, harinas y sales se ha identificado como uno de los principales factores que contribuyen a este problema de salud pública.

La mala alimentación, caracterizada por el consumo desmedido de alimentos procesados y con alto contenido calórico, ha generado un aumento preocupante en los índices de obesidad en la población. Estos alimentos suelen ser ricos en grasas saturadas, azúcares refinados y sodio, lo que puede provocar un desequilibrio en el metabolismo y contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

Ante esta situación, los expertos en salud recomiendan adoptar hábitos alimenticios más saludables y equilibrados. Se sugiere reducir al máximo el consumo de alimentos que contengan altos niveles de azúcares, harinas refinadas y sales añadidas. En su lugar, se recomienda aumentar la ingesta de frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, que son fundamentales para mantener una alimentación balanceada y nutritiva.

Además de mejorar la calidad de la alimentación, es importante promover la práctica regular de actividad física como parte de un estilo de vida activo y saludable. El ejercicio físico regular no solo ayuda a controlar el peso corporal, sino que también contribuye a fortalecer el sistema cardiovascular, mejorar la salud ósea y muscular, y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.

El fomento de estilos de vida saludables debe ser una prioridad en las políticas de salud pública a nivel local y nacional. Es necesario implementar medidas efectivas para promover una alimentación equilibrada y la práctica regular de actividad física en todas las etapas de la vida, desde la infancia hasta la edad adulta. Esto incluye programas de educación nutricional en escuelas, campañas de concientización en la comunidad y la creación de entornos favorables para la práctica de ejercicio físico, como parques y espacios públicos adecuados.