Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el desequilibrio entre la ingesta y el gasto de calorías constituye la causa fundamental de la obesidad y el sobrepeso, que se definen como una acumulación anormal y excesiva de grasa con posibles efectos perjudiciales para la salud.
El sobrepeso conlleva dos consecuencias principales: la diabetes y la hipertensión arterial. En México, la mitad de los adultos presentan hipertensión arterial, y aproximadamente 1 de cada 7 mujeres entre 12 y 49 años sufre de anemia. Además, la obesidad es prevalente en la población escolar, en adolescentes y adultos.
Los expertos recomiendan una dieta balanceada y la práctica regular de actividad física para mantener un estilo de vida saludable. Es crucial prestar atención especial a los jóvenes, ya que la salud física es fundamental para su desarrollo integral como individuos.
Además de la educación académica, es esencial proporcionar a los jóvenes conocimientos sobre alimentación y nutrición, así como actividades culturales que fomenten su desarrollo desde una edad temprana.
Es importante recordar que las acciones para mejorar la salud deben comenzar desde el ámbito individual. Se recomienda a cada persona analizar su situación y tomar medidas para mejorar su bienestar.
En México, las principales causas de defunción en 2019 fueron las enfermedades del corazón, la diabetes y los tumores malignos, todas ellas relacionadas con el sobrepeso y la obesidad.
Entre 1975 y 2016, la prevalencia mundial de la obesidad casi se triplicó. En 2016, más de 1900 millones de adultos mayores de 18 años tenían sobrepeso, y más de 650 millones eran obesos. Estas cifras reflejan la magnitud del problema y la necesidad urgente de abordarlo a nivel global.