El 7 de noviembre se conmemora el natalicio de Nellie Campobello, nacida en Villa de Ocampo, Durango, diez años antes del estallido de la Revolución Mexicana. Conocida como Francisca Ernestina Moya Luna, Nellie se convirtió en una de las escritoras más importantes sobre este movimiento armado, además de ser pionera en la danza en México. Sin embargo, en la ciudad que la vio nacer, su legado parece haberse desvanecido.
El desinterés del gobierno municipal hacia la cultura es evidente, y la regidora Arlina Adame no dudó en señalar que la Dirección de Cultura se encuentra "dormida". Actualmente, esta dependencia ni siquiera tiene director, lo que pone en evidencia la falta de compromiso por preservar y promover la identificación.
Nellie Campobello fue testigo de los horrores de la Revolución Mexicana desde una edad temprana. Su infancia en Durango e Hidalgo estuvo marcada por los enfrentamientos y las consecuencias del conflicto. Su labor literaria y dancística le permitió ocupar un lugar privilegiado en la historia cultural de México. En una época donde las mujeres tenían pocas oportunidades para sobresalir en la vida pública, ella logró hacerse escuchar y abrir caminos en los ámbitos de la danza y la literatura.
Es alarmante que una figura de su talla pase desapercibida en la ciudad que la vio nacer. Su obra y su influencia continúan siendo relevantes, pero su memoria parece no ser reconocida como corresponde. Esto refleja una profunda desconexión entre el presente y el patrimonio cultural de Durango, dejando en el olvido a quienes, como Nellie Campobello, marcaron un hito en la historia del país.