Ordenamiento ecologico vital en la conservacion de areas protegidas
El Ordenamiento Ecológico Territorial se erige como una herramienta crucial de planificación, donde se lleva a cabo la zonificación del territorio estatal, considerando la vocación natural de cada área. Este proceso implica la distribución estratégica del uso del suelo, con el propósito fundamental de preservar los recursos naturales y asegurar que el desarrollo del Estado evolucione de manera armoniosa con las preocupaciones ambientales. La misión central es lineal el crecimiento del Estado con la protección de su entorno natural.
Con la visión de un crecimiento sostenible y bien orientado, se proyecta que a principios del año 2024 se complete la actualización del Ordenamiento Ecológico en todo el estado. La última revisión se llevó a cabo hace una década, y desde entonces, diversas dinámicas ambientales y socioeconómicas han cambiado, haciendo imperativo este proceso de actualización.
La relevancia de mantener al día el Ordenamiento Ecológico radica en su capacidad para adaptarse a las transformaciones en la naturaleza y las necesidades de la sociedad. La actualización programada permitirá incorporar nuevas áreas de enfoque, ajustes y consideraciones que no estaban contempladas en la última revisión. En este sentido, se busca no solo cumplir con las exigencias actuales, sino también anticipar y prepararse para los desafíos futuros en materia de desarrollo y preservación ambiental.
Un aspecto fundamental de esta actualización es la inclusión de áreas turísticas, que, sorprendentemente, no fueron contempladas en la revisión realizada hace una década. Las zonas turísticas poseen características específicas que exigen una planificación diferenciada, considerando la afluencia de visitantes, la preservación de la biodiversidad local y la sostenibilidad de las actividades turísticas. La incorporación de estas áreas en el nuevo Ordenamiento Ecológico garantizará una gestión más integral y equilibrada del territorio, alineando los intereses turísticos con la conservación ambiental.
Es importante subrayar que el Ordenamiento Ecológico Territorial no solo es un ejercicio técnico, sino un compromiso con el bienestar presente y futuro de la población. Su correcta implementación se traduce en un desarrollo que respeta y protege el entorno natural, promoviendo una convivencia armoniosa entre la sociedad y su ecosistema. La participación activa de la comunidad en este proceso es esencial, ya que sus aportes y observaciones contribuyen a la construcción de un marco regulatorio más robusto y representativo de las necesidades y aspiraciones colectivas.