La titular del Centro de Integración Juvenil en Durango, LTS Blanca Patricia Figueroa Zaldívar, dio a conocer recientemente un preocupante aumento en el consumo de alcohol en la región, fenómeno que se ha acentuado después de la pandemia. A pesar de que los episodios de consumo de alcohol se han vuelto menos frecuentes en comparación con años anteriores, la cantidad ingerida por los individuos en cada ocasión ha crecido considerablemente. Este cambio en los patrones de consumo refleja una transformación en los hábitos de los duranguenses, especialmente entre los jóvenes, y ha representado un desafío significativo para las estrategias de prevención y tratamiento que el Centro de Integración Juvenil implementa en el estado.
El aumento en el consumo de alcohol no solo ha afectado a los jóvenes, sino también a adultos en diversas franjas de edad. Las autoridades sanitarias han identificado que, tras el confinamiento y la alteración de las rutinas diarias, las personas recurrieron más al consumo de bebidas alcohólicas como una forma de afrontar el estrés, la ansiedad y el aislamiento social. Esta situación ha puesto de relieve la necesidad urgente de reforzar las campañas preventivas, sobre todo en entornos educativos, donde se concentra una gran parte de la población vulnerable.
Con el fin de abordar este problema, el Centro de Integración Juvenil ha intensificado sus esfuerzos para prevenir el consumo de alcohol en las escuelas de Durango. Las estrategias incluyen la realización de talleres, pláticas informativas y actividades que fomenten un estilo de vida saludable y libre de sustancias. Estos programas buscan sensibilizar a los jóvenes sobre los riesgos asociados al consumo excesivo de alcohol y brindarles herramientas para tomar decisiones informadas. Además, se está trabajando en colaboración con padres de familia y docentes para crear un ambiente más seguro y consciente dentro y fuera del aula.
A pesar de estos esfuerzos, los retos siguen siendo considerables. Las autoridades del estado han señalado que, aunque las estrategias de prevención están siendo reforzadas, la respuesta de la comunidad es clave para reducir las cifras de consumo de alcohol en la región. El cambio en los patrones de consumo, especialmente la mayor cantidad ingerida, indica que los métodos tradicionales de prevención necesitan adaptarse a las nuevas realidades sociales y culturales post-pandemia, lo que hace aún más urgente la intervención de todos los sectores de la sociedad en la construcción de una Durango más saludable y libre de adicciones.