El aumento de pandillas conformadas por niños y adolescentes ha generado preocupación en diversas colonias y fraccionamientos. Estos grupos han estado involucrados en actos de violencia y vandalismo, lo que ha llevado a las autoridades a tomar medidas más estrictas para frenar la situación.
El alcalde Antonio Ochoa señaló que los padres de familia tienen una responsabilidad fundamental en este problema. Advirtió que, en caso de que un menor cometa un delito, sus tutores podrían enfrentar consecuencias legales por omisión de cuidados. La ley establece que los padres deben garantizar la supervisión y el bienestar de sus hijos, por lo que su falta de atención podría derivar en sanciones.
Ochoa enfatizó que no se tolerarán acciones violentas ni actos de vandalismo que afecten la seguridad de la comunidad. Para hacer frente a este problema, se intensificarán los operativos de vigilancia en las zonas donde se ha identificado actividad de estas pandillas. Además, hizo un llamado a los padres para que estén atentos a las amistades y actividades de sus hijos, con el fin de evitar que se involucren en conductas delictivas.
Las autoridades locales trabajan en estrategias de prevención para reducir la incidencia de estos casos. Se busca reforzar programas de apoyo para jóvenes, fomentando actividades recreativas y educativas que los alejen de entornos de riesgo.
El municipio continuará implementando medidas para frenar la formación de pandillas juveniles y evitar que más menores se vean involucrados en actos delictivos.