El contar con un trabajo resulta ser muy esencial para cualquier persona, ya que nos ayuda con nuestra autoestima y nos da el sentimiento de pertenecer a la sociedad, asimismo, tener un trabajo es muy importante, por el hecho de que es considerado como una condición básica y fundamental para nuestra vida, además es nuestra fuente de ingresos para aquellos bienes y servicios que satisfacen nuestras necesidades.
Sin embargo, hay una gran cantidad de empleados que le dedican bastante tiempo y energía a su trabajo, llegando a laborar de forma muy intensa y compulsiva, lo cual resulta negativo para todo su entorno social, además este tipo de personas que son adictas al trabajo, les perjudica en su salud física, emocional y mental
La mayoría de las empresas mencionan que todo empleado debe laborar bajo la responsabilidad y dedicarse a la productividad, lo cual en muchas de las ocasiones sacrifica la convivencia social y familiar, en pocas palabras la adicción al trabajo se puede enmascarar con ponerse la camiseta.
Hay varios indicadores que nos pueden informar si somos adictos al trabajo, de los cuales se encuentran
Trabajar más de 45 horas por semana.
Trabajar de seis a siete días a la semana.
Después de la jornada laboral, seguir trabajando durante la noche o por la madrugada
Descansar unas pocas horas al día
Trabajar aún estando enfermo
Llevar el trabajo al hogar
No darse el tiempo de comer y de hacerlo, recurrir a comer en el auto o en el escritorio de trabajo
No poner límites y no tener el poder decisión al decir que no a más cargas de trabajo.
Basar la autoestima en halagos de los superiores, tales como eres buen trabajador, eres el más dedicado o el más eficiente
Continuamente se rechazan las convivencias sociales y familiares por temas de trabajo y en caso de asistir el tema principal de conversación es el trabajo.
No salir de vacaciones ni disfrutar de los fines de semana, así como El tiempo libre y si lo hace todo el tiempo está pensando en el trabajo