Gustavo Sotero Ibargûen Hernández, un hombre originario de Durango, desapareció el martes 29 de octubre de 2024, cuando se dirigía al vecino estado de Sinaloa. Según su esposa, Gustavo viajaba a bordo de un automóvil Jetta gris con placas FEF-317-B del estado de Coahuila, aparentemente con rumbo hacia la Cruz, una localidad en Sinaloa.
Desde su desaparición, su familia ha intentado contactar con él sin éxito, lo que ha generado una gran preocupación entre sus seres queridos. Debido a la falta de noticias y sin poder establecer comunicación con Gustavo, la familia ha solicitado el apoyo de las autoridades, especialmente de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, para localizarlo y esclarecer su paradero. Aunque la desaparición de Gustavo ha generado un fuerte impacto en su entorno, se sabe que durante el 2024,
Sinaloa ha experimentado un aumento significativo en los casos de desapariciones. Según datos oficiales de la Fiscalía General del Estado, hasta el 31 de diciembre de 2024, se registraron 513 desapariciones en Sinaloa, de las cuales 239 personas permanecen sin ser localizadas, mientras que 200 fueron encontradas con vida y 74 sin vida. En contraste,
Durango ha mostrado una situación más estable en cuanto a desapariciones, registrándose un total de 711 casos hasta el 16 de mayo de 2024, con un aumento respecto a los 641 reportados el año anterior. Más del 90% de las personas reportadas como desaparecidas en Durango son localizadas en los primeros siete días, lo que sugiere una respuesta más ágil por parte de las autoridades locales.
Sin embargo, no existen datos precisos sobre cuántas de estas desapariciones en Sinaloa involucran a personas originarias de Durango, lo que complica la posibilidad de hacer un análisis detallado sobre la relación entre ambos estados en cuanto al fenómeno de las desapariciones. A pesar de la falta de información específica, tanto Durango como Sinaloa han implementado medidas para abordar este grave problema, incluyendo la creación de comisiones estatales de búsqueda y esfuerzos de coordinación interinstitucional.
La familia de Gustavo sigue esperando respuestas, mientras ambos estados continúan con sus estrategias para combatir la desaparición forzada y mejorar la seguridad de los ciudadanos.