La noche del 24 de Diciembre y parte del 25 han sido días para mostrar que la pirotécnica es una gran problema.
Durante la noche, hubo algunas personas que estuvieron lanzando al aire bengalas y otros fuegos pirotécnicos, los cuales se vendían sin empacho en casi cualquier centro comercial de Durango. De los daños que se reportaron, destaca la Iglesia de San Luis Bátiz, ubicada en la céntrica Col. Del Lago, la cual no ha terminado su construcción, por lo que para que los feligreces puedan asistir a misa se han habilitado algunas malla sombras, mismas que fueron presa fácil del fuego provocado por los artilugios pirotécnicos. Sillas, y otros muebles que se encontraban al interior de la Iglesia se vieron afectados.
En otros puntos se la ciudad se reportaron grupos de personas, casi todos adolescentes y niños que tomando como pretexto la Navidad hicieron de las suyas, como el Villas V, donde una Palmera fue también presa del fuego.
Las autoridades no hicieron nada por evitar que se vendiera la pirotécnia, pues pudimos constatar que en varios puntos de la ciudad se podría comprar estos peligrosos artefactos por practicamente cualquiera que quisiera. Sin importar si eran menores de edad.