La violencia en el polígono que abarca la colonia PRI, ampliación PRI, Morga, Las Palmas y otras áreas circundantes es una realidad cotidiana para quienes residen en estos asentamientos. Los incidentes violentos son moneda corriente en estas comunidades, lo que refleja un preocupante panorama de inseguridad.
Según datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2022, la tasa de víctimas por cada 100,000 habitantes en el estado de Durango fue de 15,683 hombres y 15,996 mujeres. Estas cifras subrayan la magnitud del problema y la necesidad urgente de abordarlo de manera efectiva.
Los expertos señalan que muchas de estas conductas violentas tienen su origen en problemas de crianza, especialmente en el ámbito emocional y afectivo. Por lo tanto, es crucial implementar estrategias que aborden estos aspectos desde la infancia, trabajando de cerca con los menores y brindándoles el apoyo necesario para su desarrollo integral.
Sin embargo, la problemática de la violencia no se limita únicamente a esta zona de la ciudad. Otros sectores, como el área del fraccionamiento Huizache 1 y 2, la colonia Jalisco, El Refugio y otras localidades de la zona sureste, también enfrentan desafíos similares en materia de seguridad.
En el caso específico del fraccionamiento Huizache 1, la situación ha alcanzado un punto crítico que amenaza la calidad de vida de sus habitantes y podría tener repercusiones negativas en su salud y bienestar general. Es evidente que se requieren acciones concretas y coordinadas para abordar esta problemática de manera integral y efectiva.
A pesar de las estadísticas oficiales que posicionan a Durango como uno de los estados con menor percepción ciudadana de inseguridad, con un 51.7 por ciento, lo que lo coloca como el sexto estado más seguro del país, la realidad en las colonias refleja una perspectiva diferente. Los vecinos de estas comunidades experimentan niveles significativos de inseguridad y temor en su vida diaria, lo que subraya la brecha entre las percepciones gubernamentales y la realidad palpable en el terreno.