Desde hace tres años sufre un desgaste severo en la cadera que la dejó postrada en cama. Irma Rentería, de 47 años, inicialmente acudió a la clínica 49, donde le informaron que necesitaba una cirugía urgente. Sin embargo, al no estar trabajando y ser solo beneficiaria, no calificaba para ser operada, pues sólo atienden a personas con incapacidad laboral.
Ante esta negativa, fue trasladada al Hospital 450, donde se enfrentó a un nuevo obstáculo: la falta de la prótesis necesaria. El hospital le informó que, si quería la operación, tendría que costear la prótesis, un gasto de 144 mil pesos.
Desde entonces, Irma ha permanecido en cama durante más de dos años. Su condición se ha deteriorado, y ahora también sufre un desgaste significativo en las rodillas. Los dolores son tan intensos que necesita tomar medicamentos constantemente, lo que a su vez le ha provocado serios problemas estomacales.
La familia vive en condiciones de pobreza extrema, donde a menudo se enfrenta a la difícil decisión de elegir entre comprar comida o los medicamentos que Irma necesita para aliviar su dolor. La historia de Irma es un reflejo de las deficiencias del sistema de salud y de la desesperación que sienten muchas familias al enfrentar enfermedades graves sin los recursos necesarios para tratarlas. Su situación es crítica, y su hija Dulce hace un llamado urgente a la solidaridad, ya que no han recibido apoyo de ninguna institución.