La falta de abastecimiento de medicamentos en el sector público está impactando a las familias con menores recursos económicos, quienes no siempre pueden cubrir los gastos de transporte o afrontar las largas filas para acceder a consultas y tratamientos gratuitos. Este problema ha llevado a muchas personas a buscar atención médica en consultorios privados cercanos, que suelen estar vinculados a farmacias.
A miles de personas no les queda otra opción más que recurrir al sector público debido a su situación económica, pero ha aumentado el uso de servicios privados de salud. Esto se debe a que estos consultorios suelen ofrecer atención inmediata y las farmacias privadas cuentan con un suministro adecuado de medicamentos. Incluso manejan precios accesibles en algunos casos, lo que resulta atractivo para las familias, especialmente ante la falta de alternativas confiables en el sistema público.
Sin embargo, el problema radica en que miles de derechohabientes dependen de los hospitales públicos como su única alternativa de atención. Estos centros carecen de los recursos necesarios para garantizar tratamientos completos, lo que genera un ciclo de malestar y falta de atención médica adecuada.
La situación preocupa a pacientes, quienes señalan que no se está prestando suficiente atención al desabasto en el sistema público. Esto deja a miles de personas sin acceso a medicamentos esenciales, afectando especialmente a quienes dependen de tratamientos continuos para enfermedades crónicas.