La situación política en México ha tomado un rumbo preocupante, con el Poder Judicial bajo intensa presión por parte del Ejecutivo y el Legislativo. Estos dos poderes, aprovechando su mayoría, están utilizando su influencia para limitar la independencia judicial, lo que debilita el sistema de contrapesos que sostiene la democracia. De esta manera califica el Diputado Local Martín Vivanco Lira a lo que está sucediendo en la Cámara de SEnadores.
Lo que agrava el escenario es que las presiones no se limitan a simples diferencias políticas. Se ha llegado a utilizar errores del pasado de senadores de oposición como un mecanismo de chantaje, buscando que estos legisladores cambien su voto en favor de la agenda del gobierno. Este tipo de prácticas van más allá del mandato que la ciudadanía otorgó en las elecciones y constituyen un uso faccioso del poder.
Estas acciones ponen en duda la capacidad del Poder Judicial para mantenerse independiente y equilibrar las decisiones del Ejecutivo y Legislativo. El uso de la mayoría política como herramienta para presionar y manipular decisiones en contra de un poder autónomo como el Judicial no solo afecta la estabilidad del sistema político, sino que socava la confianza pública en las instituciones.
Agrega que estamos entrando en un momento oscuro y en donde no se ve una salida. Denunció que por la mañana el padre de un senador de su partido había sido detenido, sin embargo, horas más tarde, el Presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña al micrófono afirmó que había platicado con el Senador en mención y todo estaba bien.
La presión sobre los senadores para inclinar sus votos según conveniencias políticas es una señal de que los principios democráticos están en riesgo. Si bien el poder emanado de la mayoría en el Congreso es legítimo, el abuso de ese poder en detrimento de la independencia judicial es un precedente peligroso para la democracia en México.