La traición se había dibujado, el PRI en el Congreso de Durango apoyó la reforma al Poder Judicial, a pesar de haber criticado sus inconsistencias durante la campaña electoral. Horas antes de la votación del 11 de septiembre, la diputada del PRI, Daniela Soto, aseguró que su bancada aún estaba "analizando" la reforma, dejando abierta la posibilidad de un voto en contra. Sin embargo, a la hora de la votación, los priistas decidieron respaldar la propuesta, olvidando las promesas hechas en campaña para proteger la independencia del Poder Judicial.
La sesión del Congreso estuvo marcada por la presencia de integrantes del Colectivo Ciudadano, quienes esperaban que su presencia influyera en la decisión de los legisladores. A pesar de esto, la postura del PRI no cambió. El diputado de Movimiento Ciudadano, Martín Vivanco Lira, increpó a sus colegas, señalando que estaban votando una reforma de 414 páginas que, según afirmó, ninguno de ellos había leído completamente. Su intervención reflejó el malestar de parte de la oposición ante lo que consideraron una votación acelerada y sin la debida revisión.
Por su parte, la diputada Gabriela Vázquez Chacón, del PAN, cuestionó la funcionalidad de la reforma, argumentando que elegir jueces y magistrados por voto directo no respondía a las necesidades de la ciudadanía ni garantizaba un sistema judicial eficiente. A pesar de estas críticas, el PRI mantuvo su apoyo.
En contraste, el diputado de Morena, Héctor Herrera, defendió la reforma, señalando que el 85% de los magistrados del Poder Judicial tiene familiares trabajando en el mismo sistema, lo que evidencia un problema de nepotismo que la reforma busca corregir.
El sentido del voto de la Diputada Rocío Rebollo, de la bancada priista, quedó en el aire, pues no se registró ni a favor ni en contra. La abstención queda ahí. Como un reflejo de indefinición en un momento clave para la República.
La votación puso en evidencia las tensiones políticas y las promesas no cumplidas por el PRI, mientras la reforma sigue avanzando a pesar de la controversia. Esto convierte al Congreso de Durango en el primer Congreso de un estado no gobernado por MORENA que aprueba una Reforma que ha llegado mostrando lo peor de la política en México.