En Durango, la omisión de cuidados a menores se ha convertido en una preocupación alarmante. Recientemente, se ha observado un incremento en la participación de jóvenes, muchos de ellos menores de edad, en actividades delictivas como robos y actos de violencia en diversos comercios de la ciudad. Este fenómeno está directamente relacionado con la negligencia de algunos padres o tutores que no proporcionan a sus hijos los cuidados básicos necesarios para su desarrollo.
La omisión de cuidados se refiere a la falta de atención por parte de los padres, tutores o responsables de un menor, impidiéndole acceder a los recursos y cuidados que requiere para su bienestar físico, emocional y social. Cuando los niños no reciben el apoyo adecuado, es más probable que caigan en conductas de riesgo, como el involucramiento en pandillas o el robo.
El Código Penal Federal establece penas de prisión de entre uno y cuatro años para aquellos que abandonen a un niño o a una persona que no pueda cuidarse por sí misma. Sin embargo, el abuso infantil, que incluye la omisión de cuidados, es complicado de detectar. Muchas veces, los daños emocionales y psicológicos son invisibles, y los menores pueden ser confundidos con problemas internos, lo que dificulta la identificación de estos casos.
En lo que va del 2025 en Durango, se han recibido semanalmente entre 30 y 40 reportes de este tipo y el 90 por ciento son efectivos. Actualmente hay 223 menores asegurados por la Procuraduría de Niñas, Niños y Adolescentes.B
Es fundamental que tanto autoridades como la sociedad colaboren para prevenir y erradicar esta problemática. Garantizar un entorno seguro y saludable para los menores es clave para su desarrollo y para evitar que caigan en un ciclo de violencia.