Ante los índices de inseguridad que se registran en el país, el vocero de la Arquidiócesis, Noé Soto, reconoció que a través de los años se han perdido los valores en las familias, donde en ocasiones es son muy notables las falta de respeto de los hijos hacia los padres y viceversa, situación que conlleva a otros conflictos como la violencia y drogadicción por mencionar algunos.
Ante esta situación Noé Soto, manifestó que como iglesia también pondrán de su parte, al cambiar la estrategia y buscarán a las personas hasta sus hogares en lugar de esperar a que la ciudadanía acuda a los templos.