A pesar de que se tiene la idea errónea de que un infante no puede estar deprimido, esta sí existe y es complicado que ellos se den cuenta de la situación por la que pasan, así lo mencionó Flor Nevárez, psicóloga de la subdirección de salud mental, explicó que es de suma importancia que los padres identifiquen ciertas características en la conducta del menor para detectar un posible caso, por ejemplo tiene irritabilidad elevada, ira u hostilidad extrema, falta de interés por las cosas y cambios que son notorios.
Flor Nevárez, exhortó a los padres de familia a mantener una sana comunicación con los infantes, siempre estar atentos en cómo se sienten, quienes integran su círculo social y que si notan algún cambio, acudir a un especialista de la salud mental para que lleve un proceso y evitar que se presenten otro tipo de situaciones.