Desde hace meses, los gobiernos duranguenses han promovido intensamente la plantación de árboles en todo el estado, especialmente en la ciudad. Sin embargo, esta iniciativa ha recibido críticas de varios sectores, especialmente de ambientalistas como Aixa Bujdud. Según Bujdud, el problema principal radica en que los árboles seleccionados para estas plantaciones no son adecuados para las zonas donde se están plantando. Estos árboles, originarios de otras partes del estado, enfrentan un estrés significativo al no poder adaptarse correctamente al nuevo entorno, lo que frecuentemente resulta en su muerte.
Uno de los problemas más visibles es la plantación de árboles en lugares como camellones y el puente Francisco Villa. Estos sitios, aunque aparentemente adecuados, no ofrecen las condiciones necesarias para que los árboles prosperen. La falta de agua, el tipo de suelo y la exposición a condiciones climáticas adversas son factores que contribuyen a la mala adaptación de los árboles. Sin las condiciones adecuadas, los árboles no pueden desarrollarse de manera saludable y, en muchos casos, mueren poco tiempo después de ser plantados.
Además, en varios fraccionamientos de la ciudad, se han colocado árboles que no reciben el cuidado necesario para sobrevivir. La falta de riego, el abandono y la insuficiente atención por parte de las autoridades y residentes son factores que afectan negativamente a estas plantaciones. La plantación de árboles debería ir acompañada de un plan de mantenimiento que incluya riego regular, poda y cuidado del suelo, entre otras actividades. Sin estas acciones, los esfuerzos de reforestación pueden resultar en un desperdicio de recursos y en un impacto ambiental negativo.
Aixa Bujdud señala que para lograr una reforestación exitosa y sostenible, es crucial seleccionar especies de árboles que sean nativas de la región o que, al menos, puedan adaptarse a las condiciones específicas del área donde se plantarán. Esta selección debe basarse en estudios y conocimientos sobre la flora local y las condiciones del suelo y clima. Además, se debe establecer un plan de seguimiento y mantenimiento que asegure que los árboles reciban el cuidado necesario durante los primeros años de crecimiento, que son los más críticos.
La activista también sugiere la necesidad de involucrar a la comunidad en estas iniciativas. La educación y la concienciación sobre la importancia de los árboles y cómo cuidarlos pueden ayudar a garantizar que los esfuerzos de reforestación sean sostenibles a largo plazo. Involucrar a los residentes locales no solo en la plantación, sino también en el mantenimiento y cuidado de los árboles, puede crear un sentido de responsabilidad compartida y contribuir al éxito de estas iniciativas.