El aumento de los secuestros virtuales es una preocupación cada vez mayor, especialmente en México, donde los menores de edad representan un grupo vulnerable. Estos engaños suelen llevarse a cabo mediante llamadas telefónicas o mensajes en redes sociales, y buscan extorsionar a las familias al hacerles creer que un ser querido ha sido secuestrado. Ante esta amenaza, las autoridades federales recomiendan una serie de medidas para prevenir estos incidentes y proteger a los menores en el entorno digital.
Para evitar caer en secuestros virtuales, es fundamental seguir ciertos pasos. En primer lugar, es recomendable no contestar llamadas de números desconocidos, ya que muchas de estas extorsiones inician con comunicaciones inesperadas. En caso de recibir una llamada sospechosa, es importante mantener la calma, colgar de inmediato y, si es posible, anotar el número telefónico. De igual manera, si se considera que la llamada es malintencionada, se debe intentar grabarla para tener evidencia y reportarla a las autoridades.
Otro aspecto clave es la protección de la información personal. No se debe facilitar ningún dato sobre familiares o amigos, ni publicar detalles personales en redes sociales que puedan ser aprovechados por extorsionadores. La mayoría de los secuestradores virtuales buscan obtener detalles específicos que aumenten la credibilidad de sus amenazas. Por ello, las familias deben ser cuidadosas y evitar la difusión de nombres, direcciones, actividades o cualquier dato que facilite la manipulación.
El uso responsable de las redes sociales es especialmente importante para los menores, quienes, debido a su edad y falta de experiencia, suelen ser más propensos a compartir información sin medir las consecuencias. El Gobierno Federal sugiere que los padres se involucren activamente en la educación digital de sus hijos, enseñándoles a ignorar llamadas y mensajes de números desconocidos, y a practicar medidas de ciberseguridad. Esta orientación debe incluir advertencias sobre los riesgos de aceptar solicitudes de amistad de desconocidos y de compartir detalles privados en línea.
Además, el acceso temprano a dispositivos móviles representa un riesgo. Los menores que tienen teléfonos desde una corta edad pueden ser blanco fácil para los extorsionadores. Es esencial que los padres supervisen el uso de estos dispositivos y eduquen a sus hijos en el reconocimiento de amenazas digitales. La prevención es clave: crear conciencia sobre los riesgos del entorno digital puede reducir significativamente la incidencia de secuestros virtuales y otros tipos de extorsión.
Finalmente, en caso de recibir una llamada extorsiva, se recomienda que la familia no ceda a las demandas ni realice ningún pago. En su lugar, deben contactar de inmediato a las autoridades, quienes podrán brindar el apoyo