La Secundaria Manuel Ávila Camacho se enfrenta a un desafío recurrente que surge principalmente durante la temporada de lluvias, aunque también se manifiesta en momentos de lluvia intensa. El problema radica en la vía de drenaje que atraviesa el centro educativo y que, lamentablemente, tiende a exceder su capacidad de manejo cuando las condiciones climáticas no son favorables. Esta situación provoca que el sistema de drenaje se sature y como consecuencia, el agua comienza a desbordarse a través de las alcantarillas. El director de la institución ha expresado que esta preocupante situación se ha comunicado previamente a la Secretaría de Educación; sin embargo, hasta el momento, no se ha obtenido una respuesta o solución por parte de las autoridades correspondientes.
El director de la Secundaria Manuel Ávila Camacho ha compartido sus perspectivas sobre la problemática en cuestión. Según sus declaraciones, el problema podría estar relacionado con las características geográficas de la zona donde se encuentra ubicada la institución educativa. La colonia Ampliación Las Rosas, donde se asienta la secundaria, está mayormente compuesta por piedras y rocas, lo que podría complicar la gestión del drenaje en casos de lluvias intensas. Esta peculiaridad geológica de la zona podría estar contribuyendo a la magnitud del problema, ya que la capacidad de absorción del suelo es limitada y las rocas podrían obstaculizar el flujo adecuado del agua.
El director también ha planteado que esta problemática no solo afecta a la institución educativa, sino que también podría representar un desafío financiero considerable. La inversión necesaria para abordar un problema de esta naturaleza podría ser significativa, y si se considera la naturaleza de la zona y su composición geológica, es plausible que el costo asociado a la solución también sea sustancial.
Ante esta situación, es fundamental que las autoridades competentes, en particular la Secretaría de Educación, tomen medidas concretas para resolver este problema a la brevedad posible. La seguridad y bienestar de los estudiantes y el personal de la secundaria deben ser una prioridad, y la capacidad de la infraestructura de drenaje debe ser suficiente para evitar inundaciones y otros riesgos en épocas de lluvia.