El coordinador de trabajadores independientes ha expresado su preocupación respecto a la verbena del día 12, señalando una falta de ventas suficientes durante el evento. Además, ha destacado la falta de respuesta por parte del municipio con respecto a la feria que se lleva a cabo en las proximidades de la plazuela Baca Ortiz. Según el coordinador, Álvarez, el tiempo para resolver el permiso de la feria está agotándose, generando incertidumbre entre los participantes.
En sus declaraciones, Álvarez también ha planteado una situación preocupante en relación con el comité de la Feria Nacional Duranguense (FENADU). Señala que las personas de este comité están condicionando la participación de los trabajadores independientes en la feria navideña. De acuerdo con sus palabras, se les amenaza con la exclusión de consideración para futuras ediciones de la FENADU si no participan en la feria navideña.
La falta de ventas en la verbena del día 12 plantea un desafío económico para los trabajadores independientes coordinados por Álvarez. Esta situación no solo impacta directamente en sus ingresos, sino que también refleja una preocupación más amplia sobre la viabilidad y el apoyo a este tipo de eventos. La ausencia de una respuesta por parte del municipio en relación con el permiso de la feria agrega una capa adicional de incertidumbre, generando una necesidad urgente de claridad y resolución.
La problemática planteada por Álvarez en relación con el comité de la FENADU revela tensiones internas y presiones externas sobre los trabajadores independientes. La condición impuesta por el comité, según la cual la participación en la feria navideña es un requisito para ser considerado en futuras ediciones de la FENADU, plantea interrogantes sobre la autonomía y la equidad en la participación de los diversos actores dentro de estos eventos.
La falta de transparencia en la toma de decisiones y la posible coerción por parte del comité de la FENADU plantea cuestionamientos sobre la equidad y la justicia en la gestión de estas ferias. Estas prácticas pueden tener un impacto negativo en la colaboración y la participación activa de los trabajadores independientes, generando desconfianza y tensiones en la relación entre los organizadores y los participantes.