Oscar Zaldívar, representante de la organización "Sí se puede", ha hecho un llamado de atención sobre la situación que enfrentan las personas con discapacidad visual en el Paseo Constitución. Según Zaldívar, el mobiliario exterior utilizado por diversos establecimientos en esta área representa un obstáculo significativo para quienes tienen debilidades visuales, dificultando su tránsito y generando un entorno inseguro. Las quejas han sido constantes en los últimos días, lo que ha provocado un debate activo entre los locatarios y la comunidad.
Ante esta denuncia, Alma Santillán, presidenta de los locatarios del Paseo Constitución, defendió el uso del mobiliario, argumentando que el reglamento municipal actual permite a los comerciantes utilizar ese espacio público para la colocación de sus mesas y sillas. Según Santillán, la normativa está diseñada para permitir a los negocios maximizar su capacidad de atención al cliente, lo que, en su opinión, es fundamental para la economía de la zona. Sin embargo, reconoció que el problema que enfrenta la comunidad de personas con discapacidad visual no puede ser ignorado.
El debate ha generado una discusión más amplia sobre la accesibilidad en el Paseo Constitución y la necesidad de equilibrar las necesidades de los comerciantes con las de los transeúntes. Mientras algunos abogan por la eliminación del mobiliario exterior para facilitar el tránsito de personas con discapacidad, otros sostienen que esto podría afectar negativamente las ventas de los negocios, creando una tensión palpable entre ambos grupos.
Zaldívar ha instado a las autoridades locales a considerar la modificación del reglamento para encontrar un término medio que beneficie a todas las partes involucradas. Para él, es vital que las decisiones que se tomen en relación con el mobiliario en el Paseo Constitución tengan en cuenta la diversidad de la población que lo utiliza. Aseguró que una mayor inclusión y accesibilidad deberían ser prioridades para el desarrollo de la zona.
Por su parte, Santillán ha manifestado que cualquier cambio que se proponga debe ser discutido con los locatarios y la comunidad en general, para asegurarse de que las soluciones implementadas no perjudiquen a ningún grupo. Ambas partes coinciden en que es esencial establecer un diálogo constructivo que permita abordar las preocupaciones de todos los ciudadanos que frecuentan el Paseo Constitución.