Durante el inicio de la temporada, ocho sistemas desarrollados dejaron su impacto en el territorio nacional. En el océano Pacífico, se había pronosticado la formación de 16 a 22 ciclones tropicales, pero finalmente, sucedieron 17. Mientras tanto, en el Atlántico, se esperaban de 10 a 16 ciclones, pero la realidad fue que se registraron 20.
El pronóstico meteorológico acertó en un 86,48% para ambos océanos, lo que indica una precisión considerable en las estimaciones. En el Pacífico, se formaron 17 ciclones, incluyendo siete tormentas tropicales y dos huracanes categoría 1 y 2. En el Atlántico, de los 20 sistemas registrados, dos se intensificaron hasta convertirse en tormentas tropicales.
Lamentablemente, nuestro país experimentó el impacto directo de ocho ciclones tropicales, una cifra que supera en un 48% el promedio anual de 5,4 ciclones en los últimos 50 años. Esta discrepancia respecto al promedio histórico refleja la intensidad y frecuencia excepcionales de los fenómenos climáticos durante la temporada reciente.
La magnitud de la actividad ciclónica no solo ha superado las expectativas sino que también ha dejado una huella significativa en diversas regiones del país. El aumento del número de ciclones ha generado desafíos adicionales para la gestión de emergencias y la respuesta gubernamental, lo que resalta la importancia de contar con estrategias de preparación y mitigación más efectivas.
La incidencia de tormentas tropicales y huracanes afecta no solo la infraestructura, sino también la seguridad y el bienestar de las comunidades locales. Este aumento en la actividad ciclónica plantea la necesidad urgente de implementar medidas de adaptación y resiliencia para minimizar los impactos negativos en la población y el entorno.
Es imperativo que las autoridades fortalezcan las preventivas y de alerta temprana, así como la infraestructura de protección costera. Además, es esencial fomentar la conciencia pública sobre la importancia de la preparación ante eventos climáticos extremos y promover prácticas sostenibles que contribuyan a la mitigación del cambio climático.