El trabajo doméstico es una ocupación fundamental en México, que involucra a alrededor de 2.5 millones de personas mayores de 15 años. A pesar de su importancia, este trabajo es una de las ocupaciones más precarias en el país, con el 96.7% de los trabajadores ejerciéndolo de manera informal y sin acceso a prestaciones sociales o seguridad laboral.
Es especialmente preocupante que el trabajo doméstico sea una ocupación predominantemente femenina, con el 87% de los puestos de trabajo ocupados por mujeres. De los 2,2 millones de personas que trabajan en este sector, el 47% recibe un salario mínimo o menos, lo que es especialmente alarmante en un país donde la brecha salarial de género sigue siendo un problema importante.
Además, el trabajo doméstico es una ocupación que contribuye significativamente al Producto Interno Bruto (PIB) de México, representando el 27.6% del mismo. A pesar de esta contribución económica, los trabajadores del hogar a menudo carecen de protección laboral básica, incluidas las horas de trabajo limitadas, los días de descanso y las prestaciones sociales.
Es crucial que se implementen políticas públicas para proteger y mejorar los derechos laborales de los trabajadores del hogar en México. Esto puede incluir la promoción de la formalización de empleo, el acceso a seguridad social y prestaciones, y el establecimiento de límites de trabajo justos y remuneración adecuada.
La formalización de empleo en este sector también podría mejorar la seguridad y el bienestar de los trabajadores del hogar, permitiéndoles acceder a servicios básicos, como la atención médica y la educación. Además, las políticas públicas pueden ayudar a cambiar la cultura laboral en torno al trabajo doméstico, promoviendo una mayor valoración del trabajo y la importancia de los derechos laborales.
En resumen, el trabajo doméstico es una ocupación fundamental en México, pero a menudo es una de las más precarias. Los trabajadores del hogar, en su mayoría mujeres, a menudo carecen de protección laboral básica y reciben salarios injustos. Es fundamental que se implementen políticas públicas para proteger y mejorar los derechos laborales de los trabajadores del hogar en México, lo que podría mejorar significativamente su seguridad y bienestar, así como su contribución al PIB del país.