Trabajadores de juegos mecánicos sin empleo

Alan García, operador e instalador de juegos mecánicos, enfrenta una difícil situación económica debido a la baja actividad laboral durante enero. Según explicó, la falta de festividades y eventos en este mes complica el sustento para él y su familia, quienes dependen exclusivamente de esta actividad para generar ingresos.

"El inicio de año es especialmente complicado. No hay ferias ni kermeses donde podamos trabajar, lo que nos obliga a empeñar pertenencias o recurrir a préstamos para cubrir los gastos básicos", comentó Alan. Además, señaló que abril es otro mes crítico para quienes trabajan en este sector, ya que la demanda también disminuye considerablemente.

Tramitar los permisos necesarios para operar en la ciudad representa otro desafío. Alan explicó que, además de ser costosos, los procesos administrativos pueden demorar hasta un mes. Esta espera prolongada afecta aún más sus posibilidades de generar ingresos. Ante estas dificultades, su familia ha tenido que trasladarse temporalmente a comunidades rurales para intentar instalar sus juegos mecánicos. Sin embargo, el trabajo en estas zonas no alcanza los mismos niveles de afluencia ni ingresos que en la ciudad.

"El traslado a los poblados no siempre vale la pena. Hay menos gente y los costos de operación son similares, pero no hay la misma ganancia", expresó.

La situación de Alan García refleja las complicaciones que enfrentan trabajadores independientes en sectores vinculados al entretenimiento y las festividades, quienes dependen de permisos municipales y del calendario de eventos para poder operar. Aunque es un empleo que ofrece diversión y alegría a las familias, detrás de los juegos mecánicos hay historias de esfuerzo y resiliencia que luchan por superar la cuesta de enero.

Alan hace un llamado a las autoridades para agilizar los procesos de permisos y ofrecer alternativas que permitan a personas como él trabajar de manera constante durante todo el año.