Tragedia y búsqueda de justicia: Padre en Durango clama por responsabilidad tras la muerte de su hija por meningitis
La muerte de Martha Esmeralda, una joven de 33 años, ha dejado una herida imborrable en su familia. Víctima de meningitis y presunta negligencia médica, su deceso ha sumido a su padre, don Diego, en un dolor inmenso que se agudiza al no encontrar respuestas ni justicia.
La odisea inició tras una cirugía por un quiste ovárico en agosto del año pasado, que derivó en una intervención más agresiva en enero y, finalmente, en su fallecimiento en febrero. Desde el inicio de su hospitalización en noviembre, sus hijos no volvieron a verla, dejándolos en orfandad.
Don Diego, residente de Canatlán, se vio forzado a trasladarse a Querétaro para trabajar como velador y hacerse cargo de sus dos nietos, siendo testigo de la insuficiencia del apoyo gubernamental. A pesar de recibir 20 mil pesos del gobierno estatal para los gastos funerarios, el hospital no brindó ningún respaldo. Las prometidas becas para huérfanos, anunciadas por el gobierno de Esteban Villegas, siguen siendo una ilusión, ya que, tras más de 9 meses, no se ha materializado ninguna ayuda.
La impotencia y la demanda de justicia resuenan en las palabras de don Diego, quien clama por responsabilidad. La tragedia se agrava al observar a sus nietos privados de lo prometido y afrontando un futuro incierto. El dolor, palpable en cada instante, se convierte en un eco que busca resonar en los oídos de un sistema que ha fallado en brindar respuestas.
La ausencia de respaldo económico y emocional por parte de las instituciones agudiza el sufrimiento de una familia desgarrada por la pérdida y la incertidumbre. La historia de Martha Esmeralda y su familia es un ejemplo doloroso de la falta de diligencia y apoyo gubernamental en situaciones críticas, exigiendo una revisión exhaustiva de los protocolos médicos y una respuesta urgente y empática hacia quienes sufren estas tragedias.