El tramo de la carretera que conecta Canatlán con Santiago Papasquiaro es uno de los más descuidados del estado, según comentó Héctor Herrera Núñez, alcalde de Otáez. Durante una reciente entrevista, el alcalde expresó su preocupación por el deterioro de esta vía, subrayando que su mal estado tiene un impacto negativo significativo en la economía local. La carretera, explicó Herrera Núñez, es una de las más transitadas de la región, ya que sirve como una arteria vital para el comercio y el transporte de mercancías entre varias comunidades.
El alcalde enfatizó que la carretera no solo es crucial para el comercio, sino también para la vida diaria de los residentes. Muchas personas dependen de esta ruta para acceder a servicios básicos, como atención médica, educación y suministros esenciales. La deteriorada infraestructura de la carretera no solo ralentiza el tránsito, sino que también incrementa el riesgo de accidentes, poniendo en peligro la seguridad de los viajeros.
Herrera Núñez destacó que la falta de mantenimiento adecuado de la carretera afecta directamente a los comerciantes locales. "El mal estado de la carretera significa que los productos tardan más en llegar a su destino, lo que puede resultar en pérdidas económicas para los productores y comerciantes", afirmó. Además, el desgaste adicional en los vehículos debido a las malas condiciones de la carretera resulta en mayores costos de mantenimiento para los transportistas.
El alcalde de Otáez hizo un llamado a las autoridades estatales y federales para que destinen presupuesto y recursos a la reparación y mantenimiento de esta importante vía de comunicación. "Es imperativo que se asignen fondos para mejorar la infraestructura de esta carretera. No podemos permitir que la falta de mantenimiento siga obstaculizando el desarrollo económico de nuestra región", declaró.
Herrera Núñez también mencionó que la reparación de la carretera beneficiaría a múltiples sectores de la economía local, incluyendo la agricultura, la ganadería y el turismo. "Una carretera en buen estado facilita el transporte de productos agrícolas y ganaderos, lo que puede aumentar la competitividad de nuestros productores en el mercado. Además, una infraestructura adecuada puede atraer más turistas a la región, lo que impulsaría el sector de servicios y hospitalidad", explicó.
La carretera Canatlán-Santiago Papasquiaro es un ejemplo de cómo la infraestructura puede influir en el desarrollo económico y social de una región. La inversión en su mantenimiento no solo mejoraría la calidad de vida de los residentes locales, sino que también estimularía el crecimiento económico. "Espero que las autoridades correspondientes tomen en cuenta nuestra situación y actúen con prontitud para resolver este problema", concluyó Herrera Núñez.