El transporte público es un tema latente en la ciudadanía duranguense. Según los datos de la última Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG), en el estado de Durango, el 83.4% de la población usuaria del servicio de transporte público refirió que contó con rutas suficientes para llegar a su destino. Por otro lado, 25.2% declaró lo opuesto.
Entre inconformidades por el precio, el estado de los vehículos, malos tratos de choferes y descuido por parte de los concesionarios sobre las unidades, oscilan los criterios de la ciudadanía.
Según Lorenzo Martínez Delgadillo, Subsecretario de Movilidad y Transporte en el estado de Durango, actualmente se cuenta con 886 camiones en la capital del estado, los que cubren unas 65 rutas e itinerarios; y en la región de la laguna cerca de 600. En el caso de los taxis se cuentan con cerca de 3 mil concesiones a nivel estatal.
Según el funcionario estatal, se están realizando estudios de factibilidad para la mejoría del sector, pero la realidad es que no existe fuente de poder más pura que la opinión pública.
El llamado a las autoridades sería entonces que urbanismo y movilidad deben ir de la mano, pues conforman un binomio inseparable.